| |
|
|
|
|
En esta sección destacamos, por la calidad de su contenido, a las publicaciones relacionadas con la región de los glaciares.
En forma periódica, el lector encontrará aquí un fragmento de dicha obra de lectura
recomendada. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Guía de campo para el reconocimiento de las aves que habitan los bosques andino patagónicos.
En un novedoso formato desplegable y con un laminado protector para el uso al aire libre, se describen más de 60 especies, con excelentes ilustraciones a todo color e información completa que incluye sus características principales, ambientes que frecuentan y otras referencias que facilitan la identificación de las especies más comunes de los bosques del sur.
Liviana, plegable y fácil de usar, esta guía es la ayuda ideal tanto para el observador aficionado como para el turista interesado en conocer más sobre la enorme variedad de aves que seguramente observará en sus recorridas. |
|
|
Subir |
|
|
|
A
partir de los 38° latitud sur (Paso de Pino Hachado. Prov. del Neuquén) la
Cordillera de los Andes es bastante más baja que en el norte, permitiendo
el paso de las nubes originadas en el Pacífico, que provocan lluvias y
nevadas. Esta humedad abundante favorece que las laderas de las montañas
estén recubiertas por densos bosques, atravesados por lagos y torrentes de
aguas frías. Estos bosques, denominados Andino Patagónicos o
Subantárticos, son exclusivos de Argentina y Chile y en nuestro país se
extienden desde Neuquén hasta Tierra del Fuego. De las especies que
albergan, varias son exclusivas como, por ejemplo, el raulí, el roble
pellín y el pehuén entre sus especies arbóreas; el huemul, el pudú y el
huillín entre los mamíferos y la cachaña, el carpintero patagónico y el
picaflor rubí entre las aves.
|
|
frente desplegado |
|
dorso desplegado |
|
|
Uso
de la guía y recomendaciones pára la actividad de avistaje
La mayoría de las aves que se describen pueden verse comúnmente, muchas no
son exclusivas del bosque andino patagónico sino que tienen una distribución
más amplia. Han sido agrupadas de acuerdo al lugar en que son avistadas con
mayor facilidad: agua, cielo abierto, ramas, suelo. Las primeras horas de la
mañana y del atardecer son las mejores para ver aves porque están más
activas (a excepción, lógicamente, de aquellas de hábitos nocturnos); para
facilitar la observación es recomendable hacer silencio y evitar movimientos
bruscos.
Más
información acerca de la guía.
|
|
|
Subir |
| |
|
|